Miguel Churruca es donostiarra y coleccionista de pies. En sus ratos libres clasifica el comportamiento sexual de sus parejas ocasionales según el empeine, el arco o la disposición y tamaño de los dedos de sus extremidades inferiores. Obligado a regresar a España desde Sudamérica debido a un incidente fruto de su obsesión, Miguel rememora desde el suelo patrio su vida de insania: sus incursiones a la habitación de la criada para olerle y manosearle los pies, el día que dejó tuerto a su primo Ricardito jugando a Buñuel y su Perro Andaluz Los pies polinesios de Priscilla Tae, es un magistral ejercicio literario donde la ironía y la causticidad imprimen el personalísimo sello del autor en una narración anclada en el contexto social actual y que hará las delicias de los amantes del pie femenino, de sus representaciones en el arte y del cine de fetichistas reconocidos como Tarantino.
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